En la primavera de 1960 comenzó un proyecto que no ha vuelto a repetirse en la Historia. Por primera vez medio centenar de países, bajo el paraguas de la UNESCO, muchos de ellos sin relaciones diplomáticas o incluso involucrados en conflictos bélicos entre sí, fueron capaces de coincidir en ayudar para recuperar los templos egipcios que iban a quedar bajo las aguas del lago Nasser. Un sueño verdaderamente titánico que finalizó con éxito en 1974.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar su usabilidad, personalizar el contenido y analizar estadísticamente su navegación. Puede cambiar la configuración o consultar la política de cookies.